martes, 8 de marzo de 2016

Dia 12-23 de Enero mañana, museo de tranvías



  El día volvía a amanecer encapotado y lluvioso, mi hijo continuaba con sus negocios ya que era su semana más fuerte, por eso el que llegara mi amigo de Tasmania y que además conocía el terreno durante estos días era una gran ayuda para mi, hoy teníamos previsto visitar dos museos, el problema es que estaban algo distantes el uno del otro, esto en Australia y teniendo en cuenta los horarios (para mi) totalmente inadecuados, hace que en estos casos no tengas casi tiempo ni para comer.
  El primer museo que visitaríamos por la mañana sería el de los tranvías, este además era de los que está a cargo de voluntarios y con muy pocos días de visita, ya que solo abre el segundo y cuarto sábado de cada mes, por lo que solo tenía una oportunidad.
  Como es fácil deducir, el museo estaba en un antiguo depósito de tranvías que fue reconvertido a museo, el horario de apertura era a las 11h en lugar del más habitual de las 10, consecuencia de la gestión por voluntariado, nos dirigimos a el en tranvía, pero a medida que nos acercábamos nos dimos cuenta de que llegaríamos antes, por lo que decidimos bajar tres o cuatro paradas antes para hacer tiempo.








  Mientras andábamos camino a nuestro destino, oímos un ruido desde el cielo que nos sonó familiar, "aviones con motor de pistón" no podía ser, pero si era, y nada menos que seis, Phil empezó a chillar "Australian day" "Australian day", claro estábamos a solo tres días del día de Australia y el equivalente a nuestra patrulla "Aguila" estaba ensayando, después de esta inesperada y para mi, segunda exhibición aérea en pocos días, cruzamos el llamado "St James Park" lindante al río Yarra que en este lugar tenía una magnífica vista y llegamos al depósito-museo.












 La colección de tranvías del museo es realmente espectacular, desde los primitivos Cable-Car similares a los de San Francisco, los de mulas o los mas convencionales de tracción eléctrica, aunque este apartado quedó relegado hasta el final.
  La verdad es que desde hacía días que los superlativos se me estaban empezando a agotar y ya me empezaba a cansar yo mismo de decir que esto es lo más grande , espectacular, inmenso que he visto jamás, porque al día siguiente encontraba algo todavía mejor.





  Ya a los 10' de estar en este museo empezaba a darme cuenta de que ese sería un día de superlativos, y tenía razón, además de que todo estaba en un estado de revista a pesar de su antigüedad, la espectacular selección de murales combinando texto y fotografía explicando magníficamente la historia de los tranvías, cuando llegué a una sala de exposiciones me quedé simplemente azorado.












   La memoria histórica volvía a relucir, y de que manera, era todo un memorial dedicado a los "538" empleados de los tranvías de Melbourne que lucharon en la Primera Guerra Mundial, fotos y biografía personalizada de varios de ellos, fotografías, objetos y unos murales con el nombre de todos ellos, además se distinguía con una estrella el nombre de los 86 fallecido en la guerra.



 Después de un rato fotografiando aquel cúmulo de historia continuamos la visita, ahora los murales estaban en el propio depósito con la historia por periodos.






  También pudimos observar los tranvías parcialmente abiertos lateralmente, y que durante unos años en Melbourne separaban las dos diferentes clases.





  Otra espectacular sala era la que en su momento se dedicó a formación, con un tranvía sin carrocería pero con todos sus órganos mecánicos y eléctricos a disposición de los alumnos, todo completado con murales con diagramas y explicaciones técnicas.







  Para finalizar la visita entramos en el tranvía mas exótico de la colección y que a la vez es uno de los más modernos,  y apenas lleva un año en la colección, fue dado de baja en el año 2006, pero antes de chatarrearlo se decidió que fuera pintado por artistas Pakistanies con motivo de los Melbourne Commonwealth Games del año 2006 y eso permitió que fuera guardado y finalmente conservado en el museo. 








  De momento una gran mañana, pero deberíamos correr ya que el otro museo nos estaba esperando.







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