domingo, 11 de febrero de 2018

Día 21-1 de febrero tarde-noche, visita al Sea Life y cena portuaria


  La verdad es que si uno es una persona amante de la naturaleza y las ciencias en general, estar en una ciudad como Sidney y no visitar un acuario como el Sea Life es algo mas o menos parecido a un sacrilegio.
   













   Uno de los animales únicos y a la vez icónico de esta isla continente es el Ornitorrinco, un animal muy dificil de observar en plena naturaleza y que solo se puede ver en estos parques acuáticos especializados.
  Lástima de la oscuridad que no facilita para nada la labor de fotografiar, todo y que en algún momento intentaré colocar el enlace a algún vídeo que todavía tengo por editar. 











  La verdad es que es una gran experiencia e irrepetible prácticamente salvo que vuelva a Australia, algo que me estoy planteando muy seriamente.









  Después de pasar por el inmenso túnel acuático en la que nos vemos rodeados de enormes cantidades de peces y de varios tipos de tiburones damos por finalizada la visita y nos dirigiremos a efectuar una reconfortante cena. 

  La cena la efectuamos en un icónico lugar de la bahía de Sidney, el Ferry South Steyne cuya importancia e historial lo ha clasificado entre los 14 lugares más singulares de la capital de Nueva Gales del Sur.













    Después de degustar una cena mas que autóctona, en la que no faltó un suculento filete de canguro nos retiramos a dormir, que todavía nos quedaban unos días de aventuras por correr.


 Día 22-2 de febrero, un día de playa en Bondi Beach

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sábado, 3 de febrero de 2018

Día 21-1 de Febrero tarde visita al museo naval 2ª parte


  Después de haber recorrido los dos magníficamente bien conservados buques de guerra, entramos en el edificio principal del museo, la verdad es que sin querer ser repetitivo los museos técnicos australianos son sencillamente impresionantes, ya que además de mantener una selección impresionante de material de lo más variopinto, no importa el tamaño que este tenga ya que normalmente el espacio disponible puede contener cualquier cosa que uno pueda imaginar.
  La primera pieza destacable fue un helicóptero naval antisubmarino Westsland Wessex que parecía que acababa de ser fabricado.








  Otra pieza no menos impresionante era un motor marino de vapor y triple expansión, provinente del buque Kara Kara que fue desguazado en 1972, aprovechando este momento para  preservar el motor de vapor, que además se podía observar en funcionamiento.










  Como es más que evidente, como otros museos de este género, uniformes, embarcaciones de pequeño porte y de todo tipo, fotografías, maquetas, trofeos, insignias, banderas y figuras históricas como las del almirante Nelson inundaban el inmenso local.

























  Al salir del museo vimos anclado en el puerto al primer ferry que operó en la bahía de Sidney, el South Steyne , preservado y que hoy en día se ha convertido en un restaurante flotante donde cenaríamos, pero mi hijo dijo que todavía teníamos tiempo de visitar el zoo marino de la ciudad, el famoso Sea Life, tenía que aprovechar la circunstancia y me dejé llevar.......................